jueves, 29 de abril de 2010

De donde no hay...(XVII)

Tener don de lenguas es sin duda una ventaja, sobre todo llamándose Pajín. ¡Váyanse al carajo, señorías! Como está el patio y se van a montar una ONU en el Senado. Algunos dicen que es el chocolate del loro, pero es que, lorito a lorito, debemos ir ya por un par de toneladas de chocolate.

Pero no se preocupen, que ha dicho la ministra Salgado que los cuatro millones seiscientos mil parados no son oficiales hasta el viernes. Seguro que a los afectados les ha dado una alegría.


miércoles, 28 de abril de 2010

El drama como estrategia: un déjà vu

¡Qué bien le está viniendo a nuestro presidente este revival del franquismo, de los unos contra los otros! Lo de menos son las víctimas, como lo demuestran la Exposición de Motivos y los cuatro primeros artículos de la Ley de Memoria Histórica. ¿Acaso una causa general contra el franquismo puede aportarles más de lo que ya les reconoce, con toda justicia por cierto, esa ley? Lo de menos son las víctimas, sí. Porque si ellas fueran lo importante en todo este asunto, y debieran serlo, se habrían puesto todos los medios necesarios para el adecuado desarrollo de esa ley. Pero la estrategia es clara. Lo dijo sin tapujos el peor presidente de nuestra democracia, el que está llevando al país a la ruina moral y económica, hace más de dos años. En fin, como dijo aquél, pequeñas tácticas de campaña.


martes, 27 de abril de 2010

De agendas y agentes

No deben ser suficientes los más de cuatro millones y medio de parados para que al gobierno le regalen una agenda nueva. Una que no dé problemas. Que a este paso, aquí no va a currar ni el Tato. Aunque un servidor de ustedes está pensando en apuntarse a un cursillo de AIO. ¿Cómo? ¿Que no saben qué es una AIO? Pues una Agente de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres. Lean, lean. Y fíjense en el último párrafo:"...para que cada vez más empresas e instituciones públicas puedan contar con agentes de igualdad debidamente acreditadas y formadas." Acreditadas y formadas, no acreditados y formados. En fin, que voy a ver si el SAS me paga un cambio de sexo -y de seso-, que dicen que aquí hay trabajo seguro. Por lo menos hasta que cierren todas las empresas del país.


lunes, 26 de abril de 2010

De cuando las tripas se suben a la cabeza

Hace un rato, en el desayuno, he tenido que zanjar con un mejor hablamos de mujeres una discusión con un compañero de trabajo que se iba calentando por momentos. No me apetecía comenzar el lunes de mal rollo. Y menos con él. Me sentí impotente ante su agresividad verbal, que llegó a su máximo cuando intenté explicarle que partía de premisas falsas, que estaba equivocado. Objetivamente equivocado. ¡Claro, y sois vosotros los que estáis en lo cierto!, me respondió ya algo alterado. No sabía muy bien a quién se refería con ese vosotros. Es posible que se refiriese a nosotros, los franquistas. O conmigo o contra mí, parecía decirme con una mirada iracunda que le desconocía. Entonces me vino a la cabeza el comentario de una de mis parroquianas -"...los democrátas de corazón y por instinto siempre sabemos lo que es justo y lo que no...es...como un gen pegado a la piel...."(sic)-, y lo entendí todo.

El asunto era -¡cómo no!-, Garzón. Intentaba explicarle que, aunque no la comparto, me parece consecuente con el respeto a la libertad individual de cada cual la opción de apoyar al juez, de manifestarse en su favor, de no creer en la Justicia -bueno, realmente de no creer en la que no nos da la razón-, de aspirar a un proceso penal contra el franquismo. Lo que ya no me parece tan legítimo es que todas esas cuestiones se defiendan apoyadas en la manipulación de unos pocos, que es comprada por unos muchos sin siquiera cuestionar si la mercancía que le están vendiendo está o no averiada.

Decía mi compañero, y sin embargo amigo, que es inadmisible que no se respete el derecho de las víctimas a enterrar a sus muertos, a restituirlos en su honor, a dejar claro que el franquismo fue una aberración. Y le di la razón. Pero no sin antes preguntarle qué tenía eso que ver con lo que le estaba ocurriendo a Garzón. Pues por eso lo han procesado, ¿o qué te crees?, me dijo subiendo el tono de voz. Menos mal que en ese momento entraron en el bar un par de chavalas -¡y qué chavalas!-, de una empresa vecina. Nada como la primavera para cambiar de conversación.


domingo, 25 de abril de 2010

Canal Sur, la de los otros


Disfruten al menos de las espectaculares fotografías de Antonio Camoyán.


viernes, 23 de abril de 2010

¡Quién lo ha visto y quién lo ve...!

Dice Santiago Carrillo que hay que reformar la Constitución. Completamente de acuerdo. Pero sólo en eso, no se sonrían con malicia. Imagino que, como en el fútbol, donde cada españolito haría una selección nacional diferente, es más fácil ponerse de acuerdo en que nuestra Constitución requiere algunos retoques que en los retoques mismos.

Pues sí. Dice Carrillo que hay que darle un cepillado -vamos, cepillárselo-, al Título IX de nuestra Carta Magna, ése que habla sobre el funcionamiento de nuestro Tribunal Constitucional. Y no llama tanto la atención que proponga la desaparición de esos siete artículos, como el falaz argumento empleado: si nuestra Constitución afirma que la soberanía reside en el pueblo, representado por el Parlamento, ningún tribunal debiera cuestionar una ley aceptada por éste.

Claro, que olvida una cuestión principal: la Constitución, que recoge el mecanismo -el propio Tribunal Constitucional-, para que todas las leyes que sanciona el Parlamento en nombre del pueblo sean acordes con ella, dimanó de la voluntad popular. ¿Por qué habría de ser más legítimo un estatuto de autonomía que la propia Constitución? Imagino que la línea de reforma a la que apunta Carrillo sería la de admitir que cualquier ley aprobada por el Parlamento sea, por definición, constitucional. Obviamente, ello implicaría que podría reformarse la Constitución por la vía de los hechos consumados sin atender el mecanismo de reforma que se contiene en la misma. Bastaría para ello con aprobar una ley en el sentido deseado. Y ya, una vez abolido el Tribunal Constitucional y las trabas para la reforma de la CE, nuestras reglas de juego fundamentales quedarían al albur de quien gobierne en cada momento, lo que, visto lo visto, nos abocaría al desastre más absoluto. Aunque a lo mejor es eso lo que quiere Santiago Carrillo. ¡Quién lo ha visto y quién lo ve!


jueves, 22 de abril de 2010

¿Saben aquél que diu...?

-Buenos días -dice el Director del colegio.

-Buenos días -responde el padre del niño.

-Mire, le hemos llamado porque su hijo no estudia, ni trae los deberes hechos, ni aprueba un sólo examen, pero lo del otro día ya clama al cielo. Resulta que le pregunta el profesor de lengua que quién escribió el Quijote y responde, muy serio, que él no había sido.

-Pues mire -dice el padre muy digno-, si él ha dicho que no ha sido, es que no ha sido.




Por si alguien tiene dudas, que conste que el chiste es el de arriba. Desconozco si el padre del niño es alguno de los que sale en el documental.


Parodiando la prohibición de parodiar




miércoles, 21 de abril de 2010

De velos y otras veleidades

Ya se ha escrito en varias ocasiones en la taberna sobre el dichoso velo. O más bien sobre lo que su prohibición significa. Suele ser un asunto recurrente y, cómo no, vuelve a estar sobre la mesa. Esta vez, la polémica real tiene poco que ver con la religión, la tolerancia o las libertades individuales, aunque cada cual quiera arrimar el ascua a su sardina. Pero la cuestión es mucho más simple que todo eso y constituye una clara muestra de cómo un mismo hecho, la prohibición de usar el velo, puede ser admisible en función de sus motivaciones. A uno, que en principio está claramente en contra de la prohibición del velo o el burka, le parece razonable en el caso que nos ocupa. No se trata más que de dar cumplimiento al reglamento interno de un centro educativo, elaborado por el Consejo Escolar en el uso de sus atribuciones, en el que se dice que "en el interior del centro no se permitirá el uso de gorras ni de ninguna otra prenda que cubra la cabeza". Se trata pues de una cuestión de respeto y educación, en un entorno concreto y específico, que atañe a musulmanes, católicos, ateos, judíos o raperos.


Sin comentarios (VI)

Hace unas semanas, el gobierno rebajó a 20 días las jornadas necesarias para percibir el subsidio por desempleo o la renta agraria con el objetivo de compensar la escasez coyuntural de empleo en el campo causado por las inundaciones.

Ahora, los freseros de Huelva han tenido que acudir a la contratación en origen de 2.100 inmigrantes porque no encuentran mano de obra nacional.

Según el Ministerio de Trabajo, a Marzo de 2010 había en el sector agrario 120.679 parados en España, 41.165 en Andalucía y 5.108 en Huelva.


martes, 20 de abril de 2010

Para que no me olvides, ni siquiera un momento...

Con tanto volcán, el islandés y el garzoniano, se nos olvida que, aunque no se debe confundir lo urgente con lo importante, el asunto de la reforma laboral es no sólo importante, sino también urgente.

Un año y millón y pico de parados más tarde, estamos igual. Es decir, nada por aquí, nada por allá y cada vez peor. Mientras no se le meta mano a nuestro sistema de negociación colectiva y al mercado dual, el paro seguirá creciendo, los escasos puestos de trabajo que se creen serán precarios y la productividad de nuestros trabajadores se mantendrá en niveles muy poco competitivos.

Por ejemplo, uno no termina de entender por qué los sindicatos están en contra de la creación de un contrato indefinido con, digamos, 20 días de indemnización, respetando los derechos adquiridos de quienes ya fuesen indefinidos hasta ese momento. De esa forma, los trabajadores sobreprotegidos, aquéllos por los que se desviven los sindicatos aunque sean los que menos lo necesitan, seguirían estándolo, y quienes hasta ahora sólo podían aspirar a contratos temporales con escasa o nula protección por despido, pasarían a mejorar su protección hasta los 20 días de indemnización. Es decir, todos ganan. ¿Entonces?

El único argumento esgrimido por los sindicatos que he leído contra ese planteamiento es el temor a un efecto sustitución. Es decir, que los empresarios se plantearan empezar a sustituir trabajadores con 45 días de indemnización por trabajadores con el nuevo contrato. A poco que se echen algunos números, llega uno a la conclusión de que ese efecto es bastante improbable y, en todo caso, minoritario. Pero asumamos la hipótesis sindical como posible. La solución es bien sencilla: que los trabajadores sobreprotegidos contabilicen 45 días por cada año de antigüedad hasta la entrada en vigor del nuevo contrato y 20 días a partir de esa fecha. Los trabajadores que actualmente gozamos del privilegio de tener un trabajo estable y bien protegido frente a despidos improcedentes, ¿no seríamos capaces de tal generosidad? Por lo que a mí respecta, ¿dónde hay que firmar?


domingo, 18 de abril de 2010

Invita la casa. Hoy: ¿El final de la cordura?

Lúcido, como casi siempre, lo decía hace ya año y medio Savater:

"En líneas generales, [la transición] fue toda una lección de cordura colectiva, algo inesperada desde luego en un pueblo que tiene como emblema literario la figura de un simpático orate."

"Lo que en un comienzo [el proceso penal al franquismo] fue el razonable intento de satisfacer a quienes buscan los restos de sus seres queridos ejecutados para darles digna sepultura, pasó luego a una especie de revival de la vieja discordia fratricida para imponer a posteriori la salomónica justicia que no se hizo en su día: no ya desenterrar los muertos de la Guerra Civil, sino desenterrar a la propia Guerra Civil para que ahora por fin ganen los buenos. ¡Por fin va a quedar claro, judicialmente claro, que lo de Franco fue una dictadura y por tanto un rosario de abusos, arbitrariedades y crímenes! Ya me parecía a mí..."

"Ahora veo derribar la cárcel de Carabanchel, en la que hace 40 años pasé una breve y no diré que feliz temporada. La despido sin tanta nostalgia como muestran por ella los que no la conocieron por dentro. Y así me gustaría ver irse también al olvido a los hunos y los otros, como diría don Miguel, a quienes no olvidan porque su memoria viene de la ideología y no de la experiencia. Son el peor cáncer de la España actual, la de la crisis, el paro y la hostilidad centrífuga."

Sí, ya sé que estoy pesadito con el asunto, pero creo que la gravedad de la situación lo merece. Y tampoco dispongo de tribuna mejor, así que mis disculpas a quienes este tema les aburra. O simplemente les resbale. Ya vendrán tiempos mejores para la taberna.


viernes, 16 de abril de 2010

Dudas existenciales (XXIII)

Página 8 de la declaración de Baltasar Garzón:

"Preguntado para que manifieste por qué se dirigió al Banco de Santander y no intentó hacer una gestión previa ante los patrocinadores oficiales de la UNY responde:

Que él no se dirigió al Banco de Santander para pedir fondos y que esa gestión la realizaron las autoridades académicas de la UNY"


Página 15 de la declaración de Baltasar Garzón:

"Por el Instructor se acuerda la exhibición al declarante de la carta que éste dirige al Sr. Botín desde Nueva York...

A la vista de este documento, ¿Estima el declarante que no tuvo nada que ver con la financiación del segundo de los cursos?, responde:

Que no estima, sino que afirma que no tuvo nada que ver."


¿Miente o son imaginaciones mías?


miércoles, 14 de abril de 2010

Anatomía providencial

Mañana va a llover, pensó mientras se frotaba con gesto de dolor el aparatoso juanete de su pie izquierdo. Pero en Las Vegas nunca llueve. Y aquellos taconazos de vértigo a los que se encaramaba a diario por causa de su trabajo terminarían por destrozarle la columna y desarmarle las falanges. Como el corsé, que apenas la dejaba respirar y le había mudado ya de sitio algunos de sus órganos. Por eso, cuando aquella madrugada salió del Hotel Flamingo de zanjar el último asunto de la noche, la certera bala ni siquiera le rozó el corazón.


martes, 13 de abril de 2010

(In)Cultura democrática

Dice el PP que el acto convocado en la Complutese por los sindicatos CCOO y UGT en defensa de Baltasar Garzón "es un atentado clarísimo contra la democracia, contra el Estado de Derecho...". Resulta lastimoso y patético que el ejercicio de la libertad de expresión pueda ser calificado en esos términos por un partido que aspira a gobernar. Aunque lo disimule muy bien.

Otra cuestión bien distinta es la opinión que a cada uno de nosotros nos merezca ese acto, lo que en él se ha dicho y quienes en él han intervenido. Sin duda alguna, lastimoso y patético también.


lunes, 12 de abril de 2010

Éramos pocos y parió...

Ahora ya sólo falta que una asociación de amigos-familiares-amantes-yotrosquepasabanporallí del juez Varela monten algunos actos en apoyo del susodicho. Y que el resto de la izquierda que no ha dicho ni mu con el asunto Garzón, diga que esto es una conspiración contra el juez del Supremo. Y que la extrema derecha saque la bandera del aguilucho a la calle. Y que la extrema izquierda saque la hoz y el martillo, aunque con tanto parado se las quiten de las manos para ver si cae alguna chapucilla, que la cosa está muy mala. Y que... En fin, que esto es como ser monárquico en España, que casi nadie afirma que lo sea, pero todos se sienten juancarlistas y dicen, con una sonrisilla viciosa, que Juan Carlos es un cachondo. Vamos, que todos creen en la Justicia, pero unos en la de Garzón y otros en la de Varela. Y digo yo ¿qué forma de creer en la Justicia es ésa?


sábado, 10 de abril de 2010

(Re)Presión

Por favor, sea usted breve. Me lo repetían constantemente. Cuando en la compra se me iba el santo al cielo pegando la hebra con el carnicero. O cuando llamaba a información telefónica y terminaba recomendándole un libro a la operadora. Incluso cuando llamaba a las líneas eróticas. Claro, que entonces era joven e inconsciente. Conseguí fama como escritor y años más tarde me casé. Virgen, no se crea. Supe que tenía un problema serio cuando en la noche de bodas mi recien estrenada esposa me preguntó ¿ya? Y cuando mi editor dejó de llamarme ¿Cree que podrá curarme, doctor? Por supuesto, me respondió, en unos meses podrá pasar sin problemas del microrrelato a la roman fleuve.

lunes, 5 de abril de 2010

Haciendo cuentas

Como estoy convencido de que muy pocos son conscientes de lo que nos cuesta nuestro Estado del Bienestar y de que ese coste recae fundamentalmente sobre los trabajadores que tenemos nómina, me he puesto a hacer algunas cuentas sencillas tomando como referencia el salario medio español y un trabajador tipo que dedique a hipoteca y ahorro un 30% de su renta disponible.

El salario medio bruto -lo que percibe el trabajador antes de las retenciones de IRPF y cuotas a la Seguridad Social-, en España asciende a 21.500 euros/año. No todos son conscientes de que antes de que ese salario bruto se vea reflejado en nuestras nóminas, ya ha sufrido un zarpazo del Estado desde los 28.810 euros/año que aproximadamente paga el empresario por ese puesto de trabajo hasta esos 21.500 euros. Algunos dirán que esos 7.310 euros que paga el empresario -contingencias comunes, Fogasa, formación, desempleo, accidentes...-, no es un impuesto que pague el trabajador. Craso error. Esas cotizaciones se pagan porque existe el trabajador, el puesto de trabajo, y si éste desaparece, desaparece también esa aportación; es decir, su existencia es consustancial a la existencia del puesto de trabajo. Bien, pues todavía no hemos empezado y ya llevamos pagado al Estado algo más de un 25% del coste salarial.

De los 21.500 euros brutos restantes que aparecen en la nómina, ese trabajador tipo paga de IRPF poco más 3.000 euros y 1.365 euros de cotizaciones -contingencias comunes, formación, desempleo-, lo que arroja un total de 4.375 euros de impuestos directos y 17.125 euros líquidos en nómina. Si suponemos que entre hipoteca y ahorro emplea un 30% de esa renta disponible, le quedan para consumir 11.987 euros. Ese consumo quedará gravado con el IVA, pero como existen distintos tipos, además de los impuestos especiales -tabaco, alcohol, hidrocarburos, etc..., muy superiores al tipo máximo-, asumiremos que los tipos reducidos se compensan con los tipos correspondientes a los bienes más gravados, además de olvidarnos de otros impuestos -IBI, Impuestos de Vehículos...-, y emplearemos el tipo medio del 16% como una aproximación bastante real. Así, el trabajador de nuestro ejemplo pagará 1.918 euros de impuestos indirectos. Y todo ello obviando el impuesto de sociedades, una parte del cual corresponde al valor añadido producido por el factor trabajo, y otros impuestos menores a los que nos vemos sometidos los ciudadanos.

Resumiendo, de los 28.810 euros/año que cuesta el trabajador, sólo un 53%, 15.206 euros, llega a su bolsillo y el resto al bolsillo del Estado. Además, conforme aumenta el salario, el porcentaje de renta disponible disminuye. Y como a veces, una imagen vale más que mil palabras, ahí va.




sábado, 3 de abril de 2010

De donde no hay...(XVI)

Anoche, en una de esas tertulias políticas que tanto se prodigan en los nuevos canales de televisión, aparecía a pie de pantalla una encuesta que estaban realizando durante el programa. La pregunta: "¿gasta más el gobierno de lo que ingresa?". La preguntita me dejó estupefacto, pero el resultado de la encuesta me heló la sangre: el 70% opinaba que sí y el 30% que no.


viernes, 2 de abril de 2010

Sin comentarios (V)