jueves, 24 de mayo de 2012

De progresividades, confiscaciones y otros sinónimos

Resulta que se han arrejuntado unos cuantos empresarios del gremio de las instalaciones en general -fontaneros, electricistas y similares-, y han creado una "Plataforma Multisectorial contra la Economía Sumergida en Andalucía".

Es evidente que sus intereses, a la par que legítimos, son los que son. Y a falta de pan buenas son tortas. Pero, ¿cuándo nos vamos a dar cuenta los ciudadanos de que la economía sumergida hace que los que cumplimos tengamos que pagar más? ¿Por qué el Estado no hace su trabajo y le echa un vistazo de vez en cuando a las farolas? Porque si no mira las farolas y cuando se da de bruces con ellas mira para otro lado, ¿a dónde coño mira todo el puñetero día? No, no me lo digan que ésta me la sé: a los que sólo tenemos una nómina.

Y dicho esto, ahí va una confesión: cuando puedo evitar pagar el IVA, lo evito. Tapándome la nariz y con remordimiento, es cierto, pero lo evito. Porque estoy hasta los huevos de que las rentas del capital paguen una miseria y a las rentas del trabajo las tengan achicharradas, y subiendo. Porque estoy hasta los huevos de que con mis impuestos se paguen televisiones públicas, miles de asesores a dedo y coches oficiales, subvenciones para listos, deudas de clubes de fútbol o un sector público ineficiente, hipertrofiado y sobreprotegido. En resumen, porque estoy hasta los huevos de aportar al Estado casi el 60% de lo que la empresa que me ha contratado paga por mi trabajo.

Fíjense si se lo olieron los padres de nuestra Constitución, que dijeron esto en su art. 31:

"Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio."

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