sábado, 31 de agosto de 2013

Invita la casa. Hoy: De la crítica política y otras literaturas

Lo descubrí no hace mucho, aunque lleve años ya en el oficio, y lo incorporé al menú de la taberna. Otra tapita de la casa garabateada sobre la pizarra con tiza empapada en los charquitos de cerveza del mostrador. Y hoy, al leer su última entrada, me he decidido a invitarles a un ronda. Para que lo conozcan y después, si quieren, lo sigan degustando. Y para que comprueben que se puede hacer crítica política de otra manera. Crónica política con la intención de un martillo pilón y la suavidad de una buena pluma.

Sólo un par de apuntes para que abran boca:

"...traía el cansancio como nudos en los ojos y sogas en las manos, el sueño como un gondolero, el tiempo como una pata de palo, las palabras péndulo moviendo la nada como una cucharilla."

"Pero ya estaba cansado, llegó cansado, sin ganas como un mal verdugo. Apagó las velas, dio besos a los muertos emparedados, rezó a las estampitas heredadas, se echó entre la paja de nuestra miseria y las plumas de su serrallo, y nos puso el despertador en un futuro sin hora. Así, tan cansado que le cansó hasta la política que nunca hizo."

Pero léanlo, léanlo. Si quieren, claro.


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