martes, 25 de marzo de 2014

Invita la casa. Hoy: el Suárez ocultado

Nunca le voté, así que no soy sospechoso. O sí, quién sabe. En cualquier caso, acabo de leer una entrevista que le hicieron a Adolfo Suárez en 1.980 y que nunca fue publicada porque su propio entorno la censuró. Ahora, a pocos días de su muerte y casi siete lustros después, ha visto la luz. Y dice cosas que resultan tremendas por sinceras, por humanas, por actuales.

Dice, en fin, cosas como éstas: 

"Nadie intenta hacer una crítica objetiva de las actuaciones políticas, con independencia del partido que realiza la acción."

"En España está ocurriendo un fenómeno muy grave: las cosas entran por el oído, se expulsan por la boca y no pasan nunca por el cerebro... Casi nunca pasan por la reflexión previa. Pero es un hecho que está ahí; que sucede. Y luchar contra ello es muy difícil... Yo he intentado combatirlo muchas veces... ¡Y así me va!...Así me va... Soy un hombre absolutamente desprestigiado. Sé que he llegado a unos niveles de desprestigio bastante notables..."

"No me apoyaban por ilusiones y anhelos de libertades, sino por miedo a esa confrontación; porque yo los apartaba de los cuernos de ese toro... Cuando en el año 77 se consolida la democracia y las leyes reconocen libertades nuevas, pero también traen aparejadas responsabilidades individuales y colectivas, empieza lo que llaman el desencanto..."

"Tuvimos que aprender que los problemas reales de un país exigen que todos arrimemos el hombro; exigen un altísimo sentido de corresponsabilidad. Y sin embargo, los políticos no transmitimos esa imagen de esfuerzo común.. La clase política le estamos dando un espectáculo terrible al pueblo español."

"La democracia exige a todos una responsabilidad permanente. Si nosotros fuéramos capaces de transmitir al pueblo ese sentido de responsabilidad, si lo tuviéramos perfectamente informado, el pueblo español asumiría todo lo que supone la soberanía ciudadana. Pero le hemos hecho creer que la democracia iba a resolver todos los grandes males que pueden existir en España...Y no era cierto. La democracia es sólo un sistema de convivencia. El menos malo de los que existen."

Dice hoy la periodista entonces censurada al final del artículo, que reconoce que un presidente no podía ser públicamente tan sincero. Aceptar eso es tanto como admitir la inmadurez de los ciudadanos para asumir que los políticos son personas, tan brillantes o imperfectas como nosotros. Tanto como admitir la inmadurez para votarlos tras descubrir sus luces y sus sombras, las mismas que todos arrastramos a lo largo de nuestras vidas. Aunque quizás, lamentablemente, tenga razón esa periodista...

No, nunca le voté. La primera vez porque no tenía edad. Después, cuando la tuve, porque no pude leer esta entrevista no publicada.

Pero la entrevista dice otras muchas cosas. Léanla, léanla. Si quieren, claro.

Descanse en paz.


4 comentarios:

Dyhego dijo...

Don Tato:
Es uno de los pocos políticos que me ha caído bien. La entrevista, sensata.
¿Algún politicastro actual es capaz de hablar así, aunque ses imitando?
Salu2 imita2.

Er Tato dijo...

En efecto, Dyhego, la entrevista, sensata. De ahí su espectacularidad...

Saludos

Zapateiro dijo...

Magnífico.

Er Tato dijo...

Pues sí, Zapateiro, no deja de ser sorprendente que nos parezca magnífico y fuera de lo normal leerle a un político en activo -en este caso, a todo un Presidente del Gobierno-, cosas tan de sentido común y tan sinceras. A sus asesores también debió parecerles inadmisible tanta normalidad e inteligencia, hasta el punto de censurar la entrevista. Y se ve que esos asesores crearon escuela, porque así seguimos desde entonces hasta nuestros días, con ese empeño por mantener a la clase política tanto más inaccesible cuanto más mediocre es, casi rodeada de un áura de omnisciencia que contrasta con la evidencia de sus escasas luces y que, en el caso de nuestro actual Presidente, se está llevando a extremos tan ridículos, que hasta causan vergüenza ajena.

Besos