miércoles, 29 de octubre de 2014

De almorranas y otros sufrimientos silentes

Ha dicho su ministro de Defensa que el presidente está sufriendo extraordinariamente. Pero sufre en silencio. Salvo una tímida petición de perdón casi obligada, con la misma emergencia y resignación con las que uno se tira un pedo en el autobús. Sólo silencio mirando de reojo. Ni una rueda de prensa urgente con preguntas y repreguntas. Ni una comparecencia en el Parlamento, sede de la soberanía según dicen.

2 comentarios:

Dyhego dijo...

A ver si, con un poco de suerte, cuando vaya a la próxima misa en Santiago, se desvía el botafumeiro y le da en toda la cabezota...
Salu2 incensarios (que no incendiarios),don Tato.
Ponga usted un ribeiro, por favor.

Er Tato dijo...

Hombre, tampoco es eso, Dyhego... ;-)

Mejor te pongo un mosto fresquito del Condado, que hoy no ha venido el repartidor. Como es gallego, nunca se sabe cuándo va ni cuándo viene.

Saludos